Las cuevas se forman mediante procesos geológicos gracias a una combinación de procesos químicos, fuerzas tectónicas y agentes atmosféricos y están originadas por la disolución de la roca encajante, tanto si se tratan de cavidades de origen kársticos, es decir, las escavadas por corrientes de agua o hielo en roca calcárea, como las originadas en macizos yesíferos, de sal o de lava volcánica, etc.
Estos procesos de disolución de la roca se desarrollan muy lentamente y puede tomar millones de años la formación de una cavidad.
Entre las principales formaciones que podemos encontrar en el interior de las cuevas están las estalactitas y estalagmitas, así como banderolas, concreciones, tours, golpes de gubia, coladas, columnas. Es asombrosa la variedad de formas y colores que podemos encontrar en el interior de la tierra y la belleza con la que una vez más nos obsequia la Naturaleza.
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