PINTURAS RUPESTRES EN EXTREMADURA

Los presentes reportajes gráficos son una muestra del gran legado culto-patrimonial de arte rupestre esquemático repartido por toda la Comunidad Extremeña, que viene a ser de los más numerosos e importantes de la Península Ibérica.

Dichas representaciones pictográficas pertenecen a la Edad del Bronce y fueron introducidas en España, procedentes de Oriente Próximo, hacia el año 4.000 a. C. y tienden a desaparecer sobre el 600 a.C.

Estas representaciones quedan fechadas en la edad del Bronce por su paralelismo en decoraciones cerámicas y objetos muebles. Además, es probable que el arte esquemático se hubiera extendido desde el Sudeste al resto de la península y sus paneles se encuentran en ocasiones asociados con cercanos lugares de poblamiento.

Centenares de rocas pintadas, en abrigos, covachas, cuevas, y al aire libre, y algunas grabadas contienen un repertorio amplio de figuras zoomorfas y antropomorfas convencionales que a veces parecen signos de una escritura arcaica -la expresión “pictografías” es utilizada con frecuencia al llegar a un extremo grado de abstracción.

La temática cinegética parece derivada del arte levantino, de qué seguramente el esquemático fue parcialmente contemporáneo. El resto de las figuras, ídolos, símbolos solares y estelares, “ojos de lechuza”, símbolos de agua, tectiformes, ramiformes, pectiformes, barras, puntos, hombres abeto, cuadrúpedos, arboriformes, triangulares, oculados, colinas o cabañas, firma, placas, figuras humana tipo golondrina, figuras fálicas, halteriformes, figuras humanas de brazo en asa, aves, hombre abeto, figura humana en Y, adornos, armas, etc., corresponden a una mentalidad religiosa que, en el aspecto funerario estaría representada por los grandes monumentos megalíticos.

Por tanto el arte rupestre esquemático en la Comunidad de Extremadura representa unas manifestaciones ricas y variadas del Patrimonio Arqueológico Autonómico y Nacional, que entre todos debemos valorar y cuidar.





“Los símbolos transforma al fenómeno
en idea, y a la idea en imagen, de modo
que la ida convertida en imagen queda
para siempre efectiva e inaprensible, y
expresable en todos los idiomas,

permanece sin embargo inexplicable.”

Johann Wolfgang VON GOETHE